Mientras dormía te veía en sueños y no entendía por qué.
Mientras no sabía nada de ti, no podía extrañarte. Mientras no tenía ningún indicio de ti, no podía hacer más que ignorarte.
Tu sombra perenne me resguardaba sin saberlo y yo sin saber nada de ti.
La añoranza de los desconocido, dulce antítesis, bonita descripción.
ResponderEliminar