martes, 25 de enero de 2011

Nunca supe de ti


Mientras dormía te veía en sueños y no entendía por qué.
Mientras no sabía nada de ti, no podía extrañarte. Mientras no tenía ningún indicio  de ti, no podía hacer más que ignorarte.
Tu sombra perenne me resguardaba sin saberlo y yo sin saber nada de ti.

Estuve contigo esta noche...



El perro del hotel entraba y salía,
Sus pasos cansinos arrastraba y su sombra se perdía entre la noche a punto de convertirse en día. Se mantenía en vigilia esperando a su dueño. Habría salido sin despedirse siquiera, con las primeras horas del día.

El perro en silencio entraba y salía. Sus párpados tristes parecían cerrarse.
Habría esperado toda la noche, hasta acabarse los últimos rayos de la luna.
Lo había visto ambular por la playa. Yo tampoco dormía. Sus pasos tristes me recordaban que estaba sola y que por disfrutar de un momento de mar y de brisas bajo la luna, mis pies no sólo helados estaban, sino que la brisa habría penetrado mis huesos. La fuerza que la noche me inspiraba, me hizo perder la noción del tiempo. Acaso habría visto perderse tu sonrisa entre las olas…y quizá, extrañé algo más que tu risa.
El pesado cuerpo del perro que me hacía compañía, volvía a cruzarse por la playa, esperando a su dueño en su larga agonía, volviendo a sus pasos repetidas veces, arrastrando su cuerpo casi dormido.
La noche se acaba, y estuve contigo en mi mente hasta agotarse y consumirse la luna entre las olas. El perro por fin duerme. Lo venció el cansancio y su dueño no regresó.

De ti no sabía nada



Dicen que te fuiste de noche, en cuarto menguante la luna.
Y al saberme de blanco, lloraste más de una luna.
Por mí preguntaste, de mis pasos sabías,
me amaste en silencio, susurrando mi nombre en contra del tiempo.

No podía escucharte, en mi memoria ya no existías.
Yo ignoraba tu vida y tú de mí, no por mi boca supiste.
Yo de ti no sabía nada, sólo en tu nombre pensaba,
cuando una extraña sensación me despertaba,
cada vez que contigo soñaba.

Frente a la luna dormida



Entre el mar y la luna ahora dormida, recordé tu silencio cantándome al oído. Tu sonrisa se mezcló con el rumor de las olas.. y tu mirada volvió a juntarse con la mía.

sd dwsqzñn.

Intentaré borrar muros y millas esta noche....



El silencio solitario de la madrugada, se hace más sordo y frío y el susurro de las olas me recuerda que no estás aquí... pero tampoco ahí.

La noche avanza y el silencio ha dejado de escucharse entre el murmullo seco de las olas..el tiempo se ha ido, se perdió entre esa porción del mar que no he vuelto a ver más. Se extravió con el reflejo débil de la luna, con las estrellas que hoy no brillaron, con la humedad negra de la brisa...se fue quizá con la luna que se asomó triste esta noche y dejó  de brillar entre los aleteos plateados de una lechuza.

Como la luna oculta ahora y la lechuza que me acompañó entre el rumor frío de la madrugada, intentaré borrar muros y millas esta noche, buscando encontrar un punto común al recuerdo , que ahora no solo es tuyo, sino mío otra vez.

De anoche mientras caminaba por la playa, esperando encontrarte.





La arena mojada ya no me deja ver tu nombre. Se ha borrado con la última ola que mojó mis pies.

La brisa helada que penetró mis tobillos…me ha dicho que oyó tu voz en una playa lejana. Me susurró al oído algo que no pude alcanzar a comprender. Me dijo que con el último rayo de la luna se vio tu sombra reflejada en el agua y la orilla volvió a mojarse otra vez, pero ya no eran gotas de lluvia sino de tu rostro gris destilando tristeza, en un ahogado deseo por volverme a ver.