Buscaba un recuerdo, una nota perdida,
un espacio en el tiempo,
una excusa sin prisa,
una cita en la noche más precisa,
sin relojes, sin horas, sin que se asomara la luna,
una carta con una sonrisa escondida,
esos ojos traviesos tras esas lìneas medidas.
Te buscaba a ti, en la noche más oscura,
en el recuerdo,
en la brisa,
en las noches sin luna, en las lunas ocultas,
tras las estrellas dormidas,
en el espacio màs oscuro, sin brillos de luna.
Pero no estabas, no te hallaba, no podía encontrarte,
ni tampoco mirarte, tal vez recordarte, pero tarde sería.
Tarde la idea de volver a tenerte, de volver a encontrarte y en tus brazos perderme.
Volar con tu música a un espacio sin límites,
donde no me halle el tiempo,
donde no exista la prisa,
atada a tu mano,
donde no canten los gallos ni pasen las lechuzas,
anunciando la noche, la hora de tu partida,
un adiós, un vuelo, un retorno prometido, la sonrisa fingida,
lágrimas escondidas, el abrazo acongojado,
una vez más a los recuerdos,el deseo de volver a verte,
de no querer más extrañarte,
de querer olvidarte de repente y tal vez
lograrlo un día, para aliviar el alma,
para calmar las penas,
para dejar de esperarte y sufrir tu ausencia,
abandonar los recuerdos entre la aurora que asoma y la neblina
ajena a la noche,
en la noche que se va
y se lleva los recuerdos,
acaso un pedazo de vida,
un recuerdo, un pasado,
un tropiezo, un adiós...
sólo un trozo de mi vida.
jueves, 6 de octubre de 2011
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